¿Carne picada o burger meat? ¿Ya sabes lo que comes?

autor: Kontsumobide,
Los alimentos no siempre son lo que parecen. El etiquetado ofrece una información clave para aprender a distinguir entre productos aparentemente similares. No es lo mismo la carne picada de vacuno, un preparado de carne picada o una bandeja de burger meat. ¿O crees que sabes lo que comes?
El lenguaje permite recurrir a sutilezas que describen un alimento para adaptarse a la legalidad normativa sin que las personas consumidoras lleguen a ser conscientes de qué están metiendo en el carro de la compra. Si eliges un producto ya envasado y te dejas seducir por la imagen idílica de una sabrosa hamburguesa, puede que pases por alto la letra pequeña de la etiqueta. Y es ahí donde está la clave para saber qué se esconde tras el envoltorio: carne fresca troceada con un porcentaje de grasa controlado, despojos cárnicos tratados o trozos de carne acompañados por otro tipo de productos. Todos son alimentos reconocidos y diferenciados por la normativa europea, aptos para el consumo humano, pero la calidad de la carne y la presencia de aditivos o sulfitos pueden justificar las diferencias de precios y, en última instancia, condicionar la decisión final de adquirir una u otra marca. Pero, ¿en qué se diferencian?
- Carne picada: es carne deshuesada sometida a una operación de picado en trozos y con menos del 1% de sal. Solo puede contener carne. Si es de vacuno, debe tener un contenido de grasa inferior o igual al 20% y una relación entre colágeno y proteínas de un máximo del 15%. Una elevada presencia de colágeno revela que han empleado trozos con tendones o fascias.
- Preparado de carne picada: a la carne troceada se le añaden otros productos alimenticios, condimentos o aditivos. Deben indicar el porcentaje real de carne, pero no se le exige un porcentaje máximo de grasas, colágeno o de sal.
- Burger meat: es un preparado cárnico que debe incluir, obligatoriamente, al menos un 4% de vegetales y cereales. Además, puede incluir aditivos, espesantes o sulfitos, para mejorar su apariencia y alargar su fecha de caducidad. La normativa europea reconoce que los sulfitos, en determinadas cantidades, son alérgenos, por lo que debe indicarse su presencia en la etiqueta. La letra pequeña también debe mostrar el tanto por ciento de carne que contiene el burger meat, aunque no existe un límite máximo de grasa, colágeno o sal.
Ya sabes. Si realmente quieres adquirir carne picada de vacuno de calidad, acude a una carnicería, elige el trozo que más te convenza y pide que te la piquen allí mismo.
Si te decantas por la ya envasada, lee con detenimiento la letra pequeña para ser consciente de qué estás comprando: carne picada de vacuno, un preparado cárnico o una burger meat. En tu mano está saber qué es lo que comes.