Tras la cuesta de enero 5 claves para enfrentarte a febrero

Después del periodo navideño y de todo el gasto adicional que ello conlleva: regalos, comidas de empresa, cenas con amistades, caprichos... Ha pasado el mes de enero, en cuesta, y llega febrero y al ver los movimientos de la cuenta te has dado cuenta de que has gastado más de la cuenta. Así, puede que el periodo navideño y los gastos extraordinarios hayan provocado un desequilibrio en tu economía y en parte de tus ahorros.
Por si fuera poco, tenemos que sumarle que con el cambio de año suben los precios de los suministros o impuestos, como la electricidad, la gasolina o el gas, que aumentan considerablemente el gasto total del hogar.
Para hacer frente a los excesos consumistas del mes anterior, en este artículo te contamos algunas claves que te pueden ayudar. Porque superar con éxito febrero y que la cuesta de enero nos e prolongue; no será tan difícil si sigues estos consejos:
- Planifica. Elabora un presupuesto en función de tus ingresos para conocer tu capacidad de compra y ahorro. Además, calcula los gastos corrientes y clasifícalos en función de su importancia, dejando los menos importantes para cuando ahorres algo de dinero. Recuerda que debes guardar una cierta cantidad de dinero para imprevistos (averías, multas, reparaciones…).
- Cuidado con las rebajas. No han terminado las rebajas de invierno, implican descuentos que pueden ser tentadores. Pero, no te dejes llevar por el impulso y gasta con conciencia. Compara los precios y las promociones y compra únicamente lo que realmente necesites.
- Reduce los gastos hormiga. A la hora de establecer las prioridades te darás cuenta de que realizas más gastos hormiga de lo que crees. Estos gastos hacen referencia a pequeños consumos que pasan desapercibidos y de los que podemos prescindir. Se consideran gastos hormiga los siguientes: cafés, comisiones bancarias, chicles, suscripciones a plataformas de streaming, chucherías, etc. Aunque sean pequeños consumos, sumando cada uno de ellos, pueden alcanzar cantidades importantes de dinero al final de mes. Por eso es fundamental reducir estos gastos y evitarlos en la medida de lo posible.
- Realiza un consumo responsable. A diferencia del punto anterior, existen unos gastos fijos que son necesarios como luz, agua, electricidad o calefacción. Son gastos que no puedes evitar, pero sí que puedes controlarlos. Por ejemplo, desenchufa los dispositivos eléctricos cuando no los uses, utiliza bombillas de bajo consumo, usa termostatos programables para adaptar la calefacción a tus horarios y apaga las luces de las habitaciones al salir.
- Planifica los menús. Para comprar lo necesario es importante planificar el menú semanal. Teniendo en cuenta el menú, elabora una lista de la compra y cíñete a ella. Busca los productos de temporada y de proximidad, que son más frescos y tienen precios más baratos. Asimismo, no compres cuando tengas hambre, porque puedes comprar por impulso y gula. Recuerda llevar tu bolsa de tela o carro de la compra para no tener que gastar en bolsas de plástico.
- Conoce la política de devoluciones. Antes de adquirir un producto infórmate sobre la política de cambios y devoluciones del comercio. Ten en cuenta que los establecimientos no están obligados a aceptar cambios o devoluciones porque las botas o la camisa que has comprado no te terminan de convencer. Eso sí, el vendedor tiene la obligación de hacerlo cuando el producto está defectuoso o se hayan comprometido a ello. Si se trata de una compra online, tienes 14 días naturales para poder devolver lo que has comprado sin necesidad de justificarte.