Disfraces infantiles: no conviertas la fiesta de carnaval en una tragicomedia

Jugar a imitar personajes y a convertirse en ellos es muy atractivo (además de educativo) para niños y niñas. Si es en una fiesta como carnaval, la diversión se multiplica.
Risas y buen humor son lo importante, pero como siempre, los pequeños detalles te pueden chafar el plan. Cuando compres, (o recicles o fabriques, que es mejor) disfraces y complementos, no te olvides de que los pequeños detalles, son grandes detalles.
Si no quieres que tu hija acabe con la cara llena de rojeces a causa de una máscara que, vete a saber con qué está hecha o que tu hijo sufra quemaduras por un disfraz con poca resistencia al fuego, debes saber que:
- Todos los disfraces deben estar etiquetados y tener las instrucciones de uso.
- Los disfraces infantiles son aquellos que están dirigidos a mayores de 12 meses y a menores de 14 años y la normativa los considera juguetes. Así que deben cumplir con unos requisitos de seguridad más estrictos y mostrar el marcado CE. Aquí te mostramos cómo diferenciarlo del CE chino.
- No todos los disfraces son para todas las edades. Mira el rango de edad y adquiere aquel que sea adecuado a la edad del niño o de la niña.
- ¿Cómo se usa? Consulta las advertencias específicas, sobre todo aquellas que muestran cómo usar el artículo con menores de 36 meses.
- El fuego es un enemigo potente y un peligro real. A nadie le gustaría acabar en urgencias por quemaduras que se podrían haber evitado comprando disfraces resistentes a él o poco inflamables. Por si las moscas, mejor alejarse de estufas, bengalas o cigarrillos.
- No deben tener puntas o bordes cortantes ni piezas pequeñas que puedan desprenderse y, en el peor de los casos, que se las traguen y se atraganten.
- Cuidado con los cordones, cuerdas o cintas. En especial los cordones de las capuchas o los que van alrededor del cuello. Mejor evitarlos ya que tienen riesgo de estrangulamiento o, si son demasiado largos, pueden quedarse enganchados en los lugares que menos te imaginas, como unas escaleras mecánicas o en los columpios.
- Máscaras y caretas. Deben disponer de suficientes orificios para poder respirar con normalidad. Presta atención al material, comprueba los componentes y revisa la etiqueta. Habrá mucho contacto con la piel, así que cuanta menos piel cubras, mejor.
Por último, está muy bien que te pongas un presupuesto a la hora de hacer las compras carnavaleras, pero presta mucha atención a los disfraces especialmente baratos, porque puede que la calidad y la seguridad sea dudosa. Lo barato puede ser muy caro. En caso de que tu presupuesto sea limitado, piensa en utilizar ropa usada o complementos que tengas por casa para crear tu propio disfraz. Así fomentas la reutilización y a la hora de hacerlo, la diversión está asegurada.