Euskadi

Conocer la TAE

La TAE, la Tasa Anual Equivalente, es una herramienta que nos proporciona a las personas consumidoras información para poder conocer el coste real de un préstamo o la rentabilidad real de un producto.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha determinado que la TAE tiene que ser exacta y además, la falta de exactitud de la TAE produce efectos que pueden ser favorables a la protección de nuestros derechos como personas consumidoras, pero ¿qué es la TAE?

La TAE es el coste total del crédito para la persona consumidora expresado como un porcentaje anual. Para entender mejor esta definición es importante saber que es el “coste total del crédito” y aquí es donde la sentencia del TJUE cobra especial importancia.

El coste total del crédito

En el coste total del crédito se incluyen:

  • La cantidad total de crédito solicitada.
  • Los intereses.
  • Las comisiones.
  • El coste de la apertura de la cuenta si esta es obligatoria.
  • Y también todos aquellos productos vinculados, imprescindibles para que te concedan el pré stamo, o para que te lo concedan en unas condiciones determinadas.
  • Seguros obligatorios.

Sólo quedan excluidos de esta definición los gastos de notaría.
Según la sentencia del TJUE, si el banco te ofrece un producto opcional, pero la contratación de dicho producto mejora las condiciones del préstamo, este coste también debe ser incluido en la TAE.

La TAE, un comparador eficaz

La definición de la TAE está regulada y es común en toda la Unión Europa, por eso es una herramienta imprescindible para que las personas consumidoras podamos comparar préstamos o productos de inversión y tomar una decisión adecuada.
En el caso de los préstamos: a menor TAE, mejores condiciones. En el caso de los productos de inversión como depósitos: a mayor TAE, mejores condiciones.

¿Y si la TAE no está bien calculada?

La decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea es clara: si la TAE no está bien calculada la justicia de un estado miembro puede aplicar de oficio la normativa estatal e incluso llegar hasta la consideración de que el préstamo está exento de intereses o gastos. Dicho de otra forma, si tu TAE está mal calculada, y un juez así lo determina puede ocurrir que la única cantidad que debas abonar al banco sea la que te prestó y no tengas que pagar ni intereses ni gastos.

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Fuentes

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